martes, 2 de diciembre de 2014

Atrapasueños

Los atrapasueños son objetos hechos a mano que, como su nombre lo indica, sirven para atrapar sueños. Fueron originados en la nación nativa norteamericana de Ojibwa. Están hechos de un círculo de madera de sauce, una red cruzada a través de éste, plumas que cuelgan del círculo, con cuentas de madera en los listones que las sostienen, y una cuenta de piedra o concha en el centro de la red.

Cada uno de estos elementos tiene un significado especial, que aquí se explicará:

  • Círculo de sauce: Conduce las buenas energías y delimita el área donde los sueños habitarán.
  • Red: Evita que las pesadillas "escapen" del atrapasueños.
  • Cuenta de piedra: Contiene a los malos sueños y las pesadillas para que no se cumplan.
  • Plumas: Conducen a los buenos sueños fuera de la red, para que éstos se cumplan.
  • Cuentas de madera: Guardan a los buenos sueños fuera del alcance de las pesadillas.
Estos son los elementos que usualmente conforman a un atrapasueños, pero puede contener otros elementos adicionales, que podrían ser:
  • Imágenes
  • Dientes de animales o cornamenta de ciervo
Hay diferentes tamaños para un atrapasueños, desde los que se usan de aretes y no tienen más de un centímetro de diámetro, hasta los hechos con cornamenta de ciervo, que alcanzan hasta el metro de diámetro ¡o más! pero el tamaño no influye en su efectividad (todo en base a las creencias de los nativos) sólo hace que necesite una limpia con luz de luna un poco más seguido o no tan seguido (porque es importante limpiarlo al menos una vez cada tres meses, ya que si no, deja de funcionar por sobrecarga de malos sueños).
Además, no está comprobado científicamente que realmente "atrape" los sueños, pero según la creencia popular esto realmente sucede. 



Sueños lúcidos o conscientes


Cuando no estamos lúcidos en un sueño, pensamos y nos comportamos como si estuviéramos despiertos en realidad. Esto puede llevar a frustración vana, confusión y desperdicio de energía, y en mucho peor caso, pesadillas espantosas. Nuestro esfuerzo por dar un resultado así ansiedad sueña con fechas tope, exámenes que se olvidan, pérdidas de cualquier manera, y así sucesivamente.
Los sueños de ansiedad y las pesadillas se pueden superar gracias al sueño lúcido, porque si sabes que sueñas, no tienes nada temer. Las imágenes del sueño no pueden herirte. Los sueños lúcidos, además, te ayudan a llevar tus sueños en direcciones que te satisfagan, disfrutar aventuras fantásticas, y superar pesadillas, pueden ser herramientas valiosas para tener éxito en tu vida despierta. Los soñadores lúcidos pueden emplear deliberadamente el potencial natural de la creatividad para resolver problemas e inspiración artística. Hay varios métodos de inducir los sueños lúcidos. El primer paso, indiferente del método, está en desarrollar tus cualidades para recordar tus sueños hasta que puedas recordar por lo menos un sueño por noche. Entonces, si tienes un sueño lúcido lo recordarás. Te volverás también muy familiar con tus sueños, haciendo más fácil aprender a reconocerlos mientras pasan. Si recuerdas tus sueños, puedes empezar inmediatamente con dos técnicas simples para estimular a los sueños lúcidos. Los soñadores lúcidos hacen un hábito de "comprobación de la realidad." Esto significa investigar el ambiente y decidir si sueñas o estás despierto. Preguntarte muchas veces por día, "¿Estaré soñando?". Entonces, prueba la estabilidad de tu realidad presente leyendo algunas palabras, mirando lejos y mirando atrás mientras tratas de cambiarlos. La inestabilidad de los sueños es la pista más fácil para distinguir la realidad y el sueño. Si las palabras cambian, sueñas. Tomando siestas es una manera con la que puedes aumentar gradualmente tus oportunidades de tener sueños lúcidos. Tienes que dormir bastante en la siesta para entrar en REM. Si tomas la siesta en la mañana (después de haberte despertado más temprano de lo usual), estás probablemente entrando en fase REM en una media hora a una hora después de que te duermes.

Pesadillas

La pesadilla es una parasomnia relacionada con el sueño REM (de rapid eye movements). La persona que duerme tiene un sueño caracterizado por el miedo y la ansiedad que puede llegar a despertarle. Las pesadillas llegan a ser consideradas un trastorno del sueño cuando por su frecuencia e intensidad interfieren con la actividad cotidiana de la persona. Las pesadillas tienen lugar durante períodos de sueño REM. Durante esta fase el sujeto permanece inmóvil mientras duerme.
Son más frecuentes en la segunda mitad de la noche. También puede presentarse en la fase II del sueño. En este caso es posible que se acompañen de movimientos mioclónicos. No deben confundirse las pesadillas con los Terrores Nocturnos que aparecen en las fases III y IV del sueño. Las pesadillas son más frecuentes entre los 4 y 12 años, y suelen disminuir según avanza la edad. En ocasiones puede presentarse acompañadas de sensación de opresión en el pecho y dificultad para respirar.





Para quien quiera saber más sobre las pesadillas, aquí un video:


¿Cómo influyen los sueños en mi vida diaria?


Es probable que nunca te hayas preguntado si lo que soñaste la noche anterior tiene algo que ver con lo que estás viviendo en tu día a día. Pues déjame decirte que ¡son importantes! ¡cambian tu vida! Y te voy a decir por qué.

En muchos casos, los sueños son distorsionados, o son premonitorios (o sea, muestran un hecho que está por venir), o simplemente te muestran fragmentos mezclados de lo que viviste durante ese día o semana. Hay que aclarar que no todo lo que se sueña es verdadero, pues es producto del subconsciente, por lo que no hay que sugestionarse.

Hay que recordar que soñar es abrir una puerta de la mente. Todas las esperanzas, ambiciones, deseos, miedos, fantasmas, amigos, tiempos buenos y malos residen allí, son parte de la mente primitiva y constituyen una vía de acceso a realidades que están más allá del alcance de la lógica, han sido objeto de estudio a través de los siglos y forman una parte importante del psicoanálisis moderno.
Una tercera parte de nuestra existencia transcurre mientras dormimos. Una persona que viva por ejemplo noventa años, ha estado treinta de ellos durmiendo. Es mucho tiempo pues, como para no prestar atención a lo que sucede mientras dormimos y mientras soñamos.
Que dormir es necesario todos lo sabemos. A quién no le ha ocurrido, que después de una noche de insomnio, se ha levantado al día siguiente completamente extenuado física y anímicamente.

En primer lugar lo físico influye enormemente en lo onírico, de tal modo que nuestro estado de salud ejercerá una gran importancia sobre lo que soñemos. Por tanto, vigilemos todo cuanto comamos o bebamos antes de ir a dormir. Así, si hemos cenado copiosamente posiblemente esa noche tengamos sueños agitados o simplemente si sentimos frio en el sueño, quizás se deba a que nos hemos destapado descuidadamente mientras dormimos.
Las cosas vividas durante el día también se manifiestan mientras se duerme. Son los llamados "sueños de proyección mecánica", en los cuales el subconsciente exterioriza las tensiones, emociones y cosas en general, que más nos han impresionado el día anterior. De este modo, si ese día hemos visto en la televisión algún accidente, tal vez soñemos que a nosotros nos ocurre igual.
De significado más complejo son los sueños simbólicos, en los cuales nuestro sabio subconsciente nos ofrecería mensajes en forma de símbolos, sobre problemas y preocupaciones personales y sobre las que quiere advertirnos o aconsejarnos. Es curioso que muchas veces, al despertar por las mañanas, encontramos solución a problemas cotidianos de nuestra vida. Es lo que se denomina popularmente "consultar con la almohada". Personalmente siempre aconsejo que cuando algo nos preocupe o estemos indecisos ante cualquier circunstancia, nos relajemos antes de dormir y pidamos según la fe de cada cual encontrar una solución a la mañana siguiente. A veces funciona.

Son sueños difíciles de interpretar por su contenido simbólico y que habría que descifrarlos de forma individual, aunque la tradición nos habla de un lenguaje oculto de los sueños y de un significado arquetípico. Por ejemplo, soñar con agua puede reflejar el estado anímico de la persona. Si el agua es clara se le suele dar un significado de paz interior, si el agua está turbia o agitada, algo interno nos inquieta y angustia. También durante el estado onírico nuestra mente puede exteriorizar cosas que reprimimos o están bloqueadas en nuestro subconsciente pugnando por salir. Durante el día nuestra mente racional no deja que así suceda, porque censura contenidos que entiende que no son buenos bien por la educación recibida o por convencionalismos sociales. Pero por las noches, con las defensas de la censura bajadas, estos contenidos inconscientes afloran y salen a la luz. Un ejemplo de ellos serían los de índole sexual.
Y que decir de los sueños premonitorios, de los cuales la historia está repleta de ejemplos. Algunos tan famosos como el de Calpurnia, la mujer de Julio César que soñó como éste era asesinado en las escalinatas del senado romano, lo que efectivamente así sucedió. O el de Abraham Lincoln, que también fue advertido en sueños que moriría de un disparo en un atentado.

Finalmente nos encontramos ante los sueños más complejos, aquellos que hacen referencia a supuestos viajes astrales. Casi todas las corrientes filosóficas ocultistas afirman que nuestro espíritu viaja mientras dormimos a esa otra dimensión tan cercana y a la vez tan desconocida que es el mundo astral. Nuestra alma quedaría unida al cuerpo físico por el llamado "cordón de plata" representado por una especie de duplicado del cordón umbilical, pero compuesto de materia energética y que solo se rompería definitivamente en el momento de nuestra muerte. Durante estos viajes astrales nocturnos, tendríamos la posibilidad de comunicarnos con nuestros amigos y familiares ya fallecidos. También recibir información de nuestros "guías espirituales" para darnos consejos sobre cuestiones referentes a nuestra evolución. Estos sueños se viven con especial intensidad. Quien no ha percibido algunos tipos de sueños como auténticas vivencias, incluso a veces más reales que la vida misma. Y sucede, que muchas veces al despertar nos sentimos como si realmente perteneciéramos a esa otra dimensión de lo soñado. Tenemos la curiosa sensación de ser extraños en el mundo en el que hemos despertado; como si por unos instantes nos hubiéramos convertido en extranjeros de esta vida.

lunes, 1 de diciembre de 2014

¿Qué es el sueño REM?

La paradoja del sueño

El sueño REM (movimientos oculares rápidos por sus siglas en inglés) es cuando ocurre un movimiento oscilatorio de los ojos (como cuando ves una película de acción, pero con los ojos cerrados). Esta etapa de sueño contrasta con las etapas 1 a 4 de sueño, pues mientras que en estas el cuerpo permanece en movimiento, en la etapa REM sólo se presenta el movimiento ocular, pues el resto del cuerpo se encuentra paralizado temporalmente. 
Hay excepciones a esta situación, como serían los sonámbulos, ya que se presenta el sonambulismo durante la etapa REM, además del movimiento del cuerpo como si se estuviera despierto. Esta etapa se produce al final de los ciclos de 90 minutos de sueño normal.

Además, el sueño REM se acompaña de sueños que, se recuerden o no, son experimentados por toda la gente durante cierta parte de la noche. Aunque algunas de las imágenes oníricas se presentan durante la etapa no REM (etapas 1 a 4) del sueño, la gran mayoría se da durante la etapa REM, que es la etapa donde se dan las imágenes más vívidas y fáciles de recordar. También es la etapa de sueño que está más ligado a la capacidad de retener los recuerdos por más tiempo durante el día a día.

Dato curioso: Si despiertas a una persona en estado REM, muestra un efecto de rebote, pues cuando se les deja descansar sin perturbaciones pasan mucho más tiempo en esta fase del sueño.

Etapas del sueño

Durante el período en que descansamos el sueño pasa por diferentes fases:
  • Sueño de ondas lentas: su duración es de unos 90 minutos
  • Etapa 1 (Adormecimiento): es un estado de somnolencia que dura unos diez minutos, donde el EEG muestra una cierta actividad de onda theta (3,5-7,5 Hz). Es la transición entre la vigilia y el sueño. Se pueden dar alucinaciones tanto en la entrada como en la salida de esta fase. (5 % del tiempo total del sueño).
  • Etapa 2 (Sueño ligero): Disminuyen tanto el ritmo cardíaco como el respiratorio. El registro del EEG muestra períodos de actividad theta, husos del sueño y complejos K. Los husos del sueño son conjuntos de ondas de entre 12 y 14 Hz que suceden varias veces por minuto entre las fases 1 y 4 del sueño. Los complejos K son ondas agudas que aparecen de forma abrupta y actúan como mecanismo de inhibición para que el sujeto no se despierte. De este modo, sufrimos variaciones en el tráfico cerebral, períodos de calma y súbita actividad, lo cual hace más difícil despertarse. En algunos casos, se llega a un proceso en el cual nuestras pulsaciones son extremadamente bajas y el sueño es tan profundo que el cerebro presenta dificultades para registrar contacto con el cuerpo, por lo que manda un impulso para corroborar que dicha conexión entre el cerebro y el cuerpo esté en normal funcionamiento. Éste impulso produce una reacción, la cual es abruptamente recreada por la mente, por lo que se produce una sensación violenta y el cuerpo actúa en base a dicha sensación, generalmente con un violento y rápido movimiento del cuerpo. Aquello último es popularmente conocido como "Soñar que caemos". (50 % del tiempo).
En la misma surgen esporádicamente dos grafoelementos típicos del EEG del sueño: las espigas del sueño (ondas puntiagudas) y los complejos K (picos repentinos).
  • Etapa 3: Fase de transición hacia el sueño profundo. Pasamos unos 2 - 3 minutos aproximadamente en esta fase.
  • Etapa 4 (Sueño Delta): Fase de sueño lento, las ondas cerebrales en esta fase son amplias y lentas así como el ritmo respiratorio. Cuesta mucho despertarnos estando en esta fase que dura unos 20 minutos aproximadamente. No suelen producirse sueños. (20 % del tiempo total del sueño). Se considera que ésta es la fase que determina una buena o mala calidad del sueño en términos de su eficiencia, esto es, la experiencia subjetiva de que el sueño ha sido o no reparador.
  • Fase REM: característica en la cual el cerebro está muy activo, el tronco cerebral bloquea las neuronas motrices de manera que no nos podemos mover.



¿Qué ocurre durante el sueño?

Mientras dormimos, nuestros cerebros atraviesan cinco etapas de sueño. El ciclo del sueño está conformado por las etapas 1, 2, 3 y 4 y la etapa del sueño REM (movimientos oculares rápidos). Un ciclo completo de sueño dura aproximadamente de 90 a 100 minutos. Por lo tanto, durante un sueño nocturno promedio, una persona tiene entre cuatro o cinco ciclos de sueño. Las etapas 1 y 2 son períodos de sueño ligero en los que se puede despertar fácilmente a quien duerme. Durante estas etapas, los movimientos oculares se hacen más lentos y, finalmente, se detienen, el ritmo cardíaco y respiratorio se hace más lento y la temperatura corporal baja. Las etapas 3 y 4 son etapas de sueño profundo. Es más difícil despertar a alguien durante estas etapas y, cuando se despierta, la persona suele sentirse desorientada y aturdida por unos cuantos minutos. Las etapas 3 y 4 son las etapas de sueño más renovadoras; éste es el tipo de sueño que anhelamos cuando estamos muy cansados. La etapa final del ciclo de sueño recibe el nombre de "sueño REM" porque, durante esta etapa, aparecen los movimientos oculares rápidos. 

Ritmos circadianos

Ciclos de la vida

Los ritmos circadianos son procesos biológicos que ocurren en forma repetida en un ciclo aproximado de 24 horas. Son complejos, y provocan diversos comportamientos. Por ejemplo, la somnolencia no ocurre sólo en la noche, sino durante todo el día, y en patrones regulares. La cantidad relativa de luz y oscuridad desempeña un papel importante al determinar los ritmos circadianos. Luchar contra los ritmos circadianos del sueño (o sea, querer dormir en la mañana y pasar toda la noche en vela) puede provocar cansancio, irritabilidad y, errores rotundos, ya que el cerebro no se concentra en lo que se está haciendo.

¿Por qué no puedo dormirme ni levantarme temprano?

Las investigaciones demuestran que los adolescentes necesitan dormir entre 8.5 y 9.5 horas por noche. Por lo tanto, si un adolescente se levanta a las 6 de la mañana para ir a la escuela, debe ir a la cama a las 9 p. m. para dormir 9 horas. No obstante, los estudios han demostrado que muchos adolescentes tienen problemas para conciliar el sueño tan temprano. Esto no se debe a que no deseen dormir, sino a que sus cerebros trabajan naturalmente con horarios más nocturnos y no están preparados para ir a la cama. Durante la adolescencia, el ritmo circadiano del organismo (un reloj biológico interno) se reacomoda y le indica al adolescente que se duerma más tarde por la noche y se despierte más tarde por la mañana. Este cambio del ritmo circadiano parece ser causado por el hecho de que, en los adolescentes, la hormona cerebral melatonina se produce más tarde por la noche que en los adultos y los niños, lo cual hace que les resulte más difícil conciliar el sueño. A veces, este retraso en el ciclo de sueño y vigilia es tan marcado que afecta el funcionamiento diario de una persona. En estos casos, se lo denomina "síndrome de fase del sueño retrasada". Sin embargo, los cambios del reloj interno no son la única razón por la cual los adolescentes pierden horas de sueño. Continúe leyendo para conocer acerca de algunas de las principales causas de la falta de sueño.

¿Por qué dormimos?

El sueño es un requisito para el funcionamiento humano normal, aunque aún no se sabe muy bien por qué. Sorprendente, ¿no?

Hay suposiciones que indican que el cuerpo necesita un periodo "tranquilo y de relajación", además de que está comprobado que la privación total del sueño produce la muerte, pero no está demostrado que las imágenes oníricas que presenciamos sean "necesarias", en el estricto uso de la palabra.

Además, tampoco está establecido que se necesite un periodo definido de sueño, ya que hay personas que solamente necesitan tres horas de sueño para funcionar todo el día, así como otras necesitan ocho horas como mínimo. También se ha comprobado que conforme vamos envejeciendo se necesita cada vez menos sueño.

La falta del sueño provoca irritabilidad, molestia, falta de concentración y pérdida de creatividad, además de la disminución de la capacidad de un razonamiento lógico, tensión, reduce el tiempo de reacción y disminuye el desempeño en tareas académicas y físicas.

Les dejo un video de Ted Talks por si quieren ahondar un poco más en el tema: